CUIDEMOS NUESTROS PIES


Los diferentes tipos de calzado o las actividades cotidianas, contribuyen a que se produzcan durezas y callosidades en nuestros pies, que solamente pueden solucionar unas cuantas visitas a la pedicura. Pero existen alternativas para no llegar a convertirse en un problema crónico difícil de erradicar, con constancia, paciencia y sólo unos pocos minutos una vez a la semana, podemos lograr mantener nuestros pies sin durezas. Ante todo un buen pulido, logra eliminar esas células muertas que no son otra cosa que durezas y futuras callosidades si no se tratan a tiempo. Una buena crema hidratante y nutritiva, especialmente formulada para esa zona de nuestro cuerpo, completará la tarea. En el caso de anormalidades en las uñas, también se pueden esculpir para mejorar su aspecto. Cuidemos de nuestros pies, ellos nos llevan todo el tiempo adónde querramos ir, merecen lo mejor.